El Papa Francisco instó a los miembros de todas las religiones y a aquellos que no pertenecen a ninguna iglesia a unirse para defender la justicia, la paz y el medio ambiente y no permitir que el valor de una persona sea reducido a lo "que produce y lo que consume". Francisco se reunió con los líderes ortodoxos, anglicanos, luteranos y metodistas, y de otros credos como el judaísmo, el islamismo, el budismo y el hinduismo.
"La Iglesia Católica es consciente de la importancia del fomento del respeto por la amistad entre hombres y mujeres de diferentes tradiciones religiosas: Tenemos que vivir en paz creyentes y no creyentes", les dijo el Pontífice a los líderes religiosos en una audiencia en el Vaticano.
Francisco les dijo que todas las religiones -incluso los no creyentes- deben admitir su responsabilidad conjunta con el mundo, con toda la creación, a la que hay que amar y respetar. "Tenemos que hacer mucho por el bien de los más pobres, los débiles y todos los que sufren, para favorecer la justicia, promover la reconciliación y construir la paz", solicitó.
También los exhortó a luchar contra la visión unidimensional de la persona, según la cual el hombre se ve reducido a lo que produce y lo que consume. "Esta visión es una de las trampas más peligrosas de nuestros tiempos", advirtió.
Pese a admitir que la historia había mostrado que cualquier intento de eliminar a Dios había dado lugar a "mucha violencia", el Pontífice se acercó a quienes buscan la verdad, la bondad y la belleza sin pertenecer a ninguna religión. "Ellos son nuestros preciados aliados en el compromiso de defender la dignidad humana, construir una coexistencia más pacífica entre las personas y proteger con cuidado la naturaleza", enfatizó.
Francisco se dirigió a los líderes religiosos desde un sillón beige y no desde el habitual trono que se usa en el recargado salón de audiencias. Otra muestra de su estilo sencillo.
Emocionante pacto
"Siento un gran pacto de emoción y optimismo y esperanza", dijo a Reuter el rabino David Rosen, director internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Estadounidense, con sede en Jerusalén. "Francisco está profundamente comprometido con la relación entre católicos y judíos", añadió al finalizar el encuentro.
Yahya Pallavicini, líder de la comunidad musulmana en Italia, comentó que se había sentido impresionado con la insistencia del Papa en una amistad interreligiosa. "La amistad es una vía importante para incrementar la hermandad entre los creyentes y también para aumentar la profundidad de la dignidad de la humanidad", expresó. "No podemos considerar al hombre como un consumidor-productor en términos del mercado, sino como un creyente y una persona que tiene la santidad en su corazón", agregó Pallavicini.
Previo al encuentro, el Papa tuvo una reunión privada con el patriarca ecuménico Bartolomé de Estambul. Fue la primera vez que el jefe espiritual de los cristianos ortodoxos asistió a la misa inaugural de un Papa romano desde el gran cisma entre oriente y occidente en 1054. En la reunión del miércoles, Francisco llamó a Bartolomé "mi hermano Andrés", en referencia al apóstol hermano de San Pedro que fue el primer obispo de la Iglesia de Bizancio.
El Papa también se reunió en privado con Hilarión, ministro de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la mayor del mundo ortodoxo.